Hoy ha llegado la lluvia
vestida de viento amable,
acompañada de risas,
de alegrías y de esperanzas.
Hoy ha llegado la lluvia,
liviana como un vestido de encaje
vaporosa, como un tisú de alhelí.
Me ha cogido de la mano,
me ha llevado al paraíso,
donde se hallan los manantiales del agua,
las dulces fuentes del corazón.
Hoy ha llegado la lluvia,
sutil, como un guiño enamorado,
frágil, como una caricia,
tierna, como un abrazo de amor.
Hoy ha llegado la lluvia,
fresca como la brisa de estío,
suave como un capullo de seda,
afable como el beso de una flor.
Los pájaros de mi pecho
entonan dulces gorjeos,
para festejar la lluvia.
Las palomas mensajeras de mi alma
revolotean alegres y jubilosas
alrededor de sus nidos,
celebrando su llegada.
La lluvia viene como una fruta tardía,
como un hermoso trigal, a punto de ser
segado,
como un viñedo de uvas de ron y miel
esperando la vendimia.
Como un olivo en invierno que deja
sus aceitunas en las manos del amor.
CasaRosada, 10-10-2022.
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