Este es el artículo de mi autoría publicado en el periódico IDEAL SIERRA MÁGINA, para el mes de diciembre de 2024. En mi blog lo cuelgo en letra grande para que podáis leerlo.
EL CASO ERREJÓN
Palabras 520
Hace unos días, la
noticia del cese de Errejón nos causó mucha extrañeza, porque lo hemos visto
muy implicado en el tema político y en todo lo que esta tarea conlleva; además,
batallando en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres. ¿Qué le habrá ocurrido
a este varón para tener que dimitir de sus cargos políticos? Pensamos. Y cuando
ha sido acusado de violencia sexual, no podíamos creerlo. ¿Cómo puede ser que
un hombre que se manifiesta públicamente en contra de ese tipo de violencia,
pueda delinquir en ese terreno? Entonces lo hemos entendido todo: ha dimitido
para no sufrir la afrenta de ser expulsado del grupo político, del que era
portavoz.
Estas agresiones sexuales,
a las mujeres y a los inocentes, nos sacan de quicio. A todos nos está
prohibido realizar ese tipo de actos, pero mucho más a los personajes que están
en lo alto, para ser espejo de otros, modelo y estímulo para muchos, guía en la
oscuridad de la gente. ¿Cómo pueden estos individuos no creer en lo que
promulgan a los cuatro vientos, en esas premisas que defienden y son favorables
y beneficiosas para toda la sociedad? Es terrible el daño que nos hacen a
todos, más que nada, a sus víctimas.
Estas infracciones pueden
compararse con los abusos infantiles de algunos miembros del profesorado con el
alumnado que educan y con la pederastia, practicada por algunos miembros de la
Iglesia Católica. Precisamente, los que deben dar ejemplo, quienes están en candelero
para alumbrar la oscuridad de otros, caen en la falta y nos muestran la
suciedad de su comportamiento. Estos casos pueden llevar a las gentes a la
decepción y a creer que no pueden fiarse de nadie, que siempre tienen que estar
en guardia y vigilancia y a preguntarse en quiénes van a poder confiar y creer,
con esos casos de abusos y corruptelas.
Estamos viendo, a través
de los medios, que se está culpando al partido al que pertenecía Errejón; lo
que nos parece injusto. Si un tipo actúa de esa forma en su tiempo libre, los
del grupo no tienen por qué saberlo. Además, en el caso de que les lleguen
habladurías, cotilleos, no tienen por qué darles crédito. Si estos
comportamientos son persistentes y del dominio público, sí hay ya que actuar
con contundencia y pararles los pies de algún modo: llamándolos al orden, por
ejemplo. Y si hay denuncia, habrá que expulsarlos del colectivo, ya que los
actos son penales.
No debemos meter a todos
los miembros de un colectivo en el mismo saco del que ha delinquido. Si un
maestro o un clérigo cometen abusos con menores, no podemos decir que el
magisterio o el clero en su totalidad actúan del mismo modo.
Y no podemos olvidarnos
de alentar a las mujeres que han sido víctimas, que han sido mancilladas por un
tipo de esa calaña o solo ha existido el intento de hacerlo. Debemos
agradecerles su arrojo para denunciar el caso y dar la cara. Es muy importante
hablar a favor de ellas y del resto de las mujeres. ¡Gracias, compañeras por esa
valentía mostrada!
Encarna Gómez Valenzuela
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