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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

lunes, 21 de julio de 2025

RESEÑA DE LA NOVELA LA MALA COSTUMBRE DE LA ESCRITORA ALANA S. PORTERO A CARGO DE LA AUTORA ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA

 

La mala costumbre es una novela que impacta al lector, una novela de complicada lectura para los no avezados a la misma. Es la historia de un ser humano que, según dice, vive en un cuerpo equivocado, que no acepta, no quiere, no desea y con el que no está de acuerdo, pero tiene que aceptarlo. La historia está narrada en primera persona por un personaje cercano que vive todos los hechos, y solo puede contar lo que siente y lo que observa en los demás personajes y en su entorno, ya que no puede ser omnisciente. El worldbuilding, el mundo de la novela, está muy bien descrito. La noche madrileña, las calles de la oscuridad, los clubes y la actividad nocturna se ven bien dibujados en esta historia y con riqueza de detalles.

En esta novela se toca un tema muy delicado, pero está tratado con mucho tacto y dulzura: la homosexualidad, un tema de actualidad, que siempre ha estado oculto por la gran hipocresía humana y considerado como una enfermedad o una inclinación deshonesta e indigna. Afortunadamente, estas personas ahora pueden vivir juntas, amarse y formar una familia, algo que desde siempre ha estado mal visto, censurado y perseguido. Todos tenemos derecho a manifestarnos como somos y a vivir la vida a nuestro gusto, sin que nadie nos moleste si no perjudicamos a los demás.

El protagonista tiene una infancia sellada por el inconformismo con su cuerpo, pero en el que ha de afianzarse para contentar a los padres y para no enfrentarse a la sociedad y al entorno en el que se encuentra. Después, vive una adolescencia y juventud marcada por la doble vida y separadas por el día y la noche. El protagonista no encuentra otra opción que ser durante el día lo que se espera de su persona, de su físico y de su ser externo, pero cuando llega la noche vive la vida como desea, una existencia trans, cuyo atuendo traslada en una mochila de ida y vuelta. Al atardecer, de ida, y antes del amanecer, de regreso. Durante la noche, pasea por las calles madrileñas para llegar a ese mundo anhelado con el deseo de manifestarse como en realidad es. En ese entorno nocturno y homosexual es donde siente que su vida se realiza a su gusto y según sus inclinaciones íntimas.


Una paliza sufrida por el protagonista —que siempre habla, siente y se expresa como una mujer—y el salto en el tiempo, después de haber transcurrido 13 años, también marcarán su vida. Se ve obligado a regresar a la casa familiar porque sus ingresos no le dan para vivir independizado.  Esta situación es una crítica social a la carestía de la vida, a la falta de viviendas sociales y para la juventud, a la escasez de los sueldos y a toda la miseria de un país y de una metrópolis como Madrid, donde acuden las gentes en busca de trabajo y de un futuro próspero. Pero la vida en una gran ciudad encierra muchas trampas. Los barrios obreros del Madrid de aquella época han de luchar por la subsistencia, contra la droga y contra muchas miserias. Es el tiempo del paso a la democracia, a la apertura, a la relajación de las costumbres, a las palizas, robos y abusos callejeros nocturnos y diurnos, a la homosexualidad, a las noches de alterne, a la prostitución y a mil peligros en los que pueden verse atrapados los jóvenes de ambos sexos.  

Cuando el protagonista regresa a casa, empieza a actuar de forma altruista con otra/otro homosexual, que conoció en la infancia y que la vida y la naturaleza están maltratando. Aquí la autora nos da un buen ejemplo de solidaridad, empatía y de ayuda a nuestros semejantes.  

Esta novela nos hace ver con claridad que hemos de aceptar a todos los seres humanos con sus virtudes y con sus defectos y, sobre todo, con su forma de ser, de actuar y de pensar. No podemos discriminar a nadie por nada. Todos tenemos el derecho a vivir conforme a nuestras creencias, anhelos, ideología, personalidad e inclinaciones personales y sexuales. También todos tenemos el deber de respetar a los demás. Nuestras actuaciones nunca deben perjudicar a nadie.

La mala costumbre es una novela muy bien escrita, estructurada y enlazada, que nos habla de sentimientos, esos que sentimos cada cual, aunque vengan desde otras direcciones. A veces, el lector se ve desbordado por la narración, pero enseguida se ubica si no renuncia a seguir leyendo. Al principio, podemos ver este relato como una especie de Colmena, al estilo de Cela, pero después la vemos alejarse de esta forma de llevar la historia. La vida nocturna madrileña juega un gran papel. Percibimos la sordidez de algunas actuaciones, que se le van de las manos a algún personaje.   

Es admirable la capacidad de reflexión, introspección y análisis de la autora con las inclinaciones y sentimientos de unos seres que han estado siempre marginados, metidos en el armario. La autora aporta información privilegiada al tema de la homosexualidad.  La novela también es una crítica a la sociedad, al Madrid de los 80- 90. La época de la Transición.  

El desgarrador viaje vital de un ser humano atrapado en un cuerpo que no sabe habitar. Una novela deslumbrante que no se parece a nada que hayas leído.  

 

Alana S. Portero (Madrid, 1978) es una escritora, poeta, dramaturga y directora escénica española que escribe sobre cultura, feminismo y activismo LGTB con un enfoque concreto en la realidad de las mujeres trans.​

Trayectoria

Portero se crio en el barrio de San Blas en Madrid, donde ubica su novela. Se licenció en Historia, especializándose en Historia Medieval,​ por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Es escritora, dramaturga y directora escénica.

Es cofundadora de la compañía de teatro STRIGA, que dirigía y en la que actuaba. Escribe sobre cultura, feminismo y activismo LGTB para varios medios, ​ como la revista Agente Provocador, ElDiario.esEl Salto, S Moda y Vogue España.

 


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