Cada paso que doy me dirige
hasta una guerra. Las guerras reales que asolan el mundo
sin remedio y las guerras internas, que vulneran nuestro pecho, sin darnos
opción para redimirnos y liberarnos del dolor.
Insisto en buscar
renacimientos. La autora busca la vida, renacer en ella
misma de nuevo, advirtiendo con nostalgia que el retiro y la noche nos acechan
a todos en las jambas de nuestra puerta.
Irrefrenable libertad que
no cesa de acrecer mis alas. Habla de ese deseo de libertad que
todos tenemos, de romper cadenas y levantar el vuelo hacia otras dimensiones
más humanas y solidarias.
La poesía es la medicina
para la anemia del alma. La poesía nos cura por dentro, nos
posee y alienta nuestra vida, como las flores, la infancia y el amor. La autora
siente esta corriente de vida a través de la poesía.
Toma nuestra esencia de
mujer que es ancha y profunda. Poema femenino por
excelencia. Nuestra esencia de mujer es grandiosa. Todo lo que se le da a la
mujer, ella lo multiplica, lo hace útil para la vida, necesario para afrontar
la existencia. Si le das a una mujer esperma, te lo devolverá con un hijo, si
le das una casa, te devolverá un hogar, y si les das amor, ella te dará su vida
entera.
Desgrano segundos robados
a los errores y al caos. Los errores los tenemos por doquier
y el caos, en muchas ocasiones, reina en nuestro mundo, dominado por el
egoísmo, la avaricia, la prepotencia y la ambición. Todos deseamos huir del
caos y erradicar los errores y la autora nos lo recuerda en su poema.
Viajo sin mediar palabra,
a la velocidad de la luz, hacia el país de las sonrisas.
Es un intento de redención de la autora. Quiere viajar hacia un lugar del
planeta donde no exista la estulticia y la vida discurra feliz.
Sigo esperando hallazgos
afortunados. La autora no pierde la esperanza y
continúa esperando el renacer de la vida, quiere conquistar territorios, ser
receptora de emociones nuevas, pero va perdiendo batallas y arrastrando su
maleta llena de palabras caprichosas.
El universo pasa como el
mar y los atardeceres. Todo pasa en esta vida para la
autora y para todos. Ella se queja de lo efímero de la vida, de la juventud pasada
y de la felicidad inicial ya tan lejana.
He viajado para desbrozar
diferencias. Aquí, la autora habla de sus múltiples
viajes por el mundo, de sus experiencias en lugares nuevos, de las leyes que
rigen en otras tierras…
La paz es una utopía…
Creemos un Ministerio de la Paz. La autora desea solo
las luchas que aboguen por la paz, el diálogo y la concordia entre todos los
seres humanos.
Las ondas expansivas de
la emoción se han ido debilitando. Pero la autora continúa
buscando las emociones del alma, y sigue con sus ojos bien abiertos, dispuesta
siempre para la emoción, con los músculos del alma elásticos y tensos.
Lo probable es la guerra.
El hecho es la injusticia. Se duele la autora de la facilidad
con que nos llega la guerra y de lo que esta acarrea solo injusticia,
desolación y muerte.
Nueve razones: el Amor,
la Fuerza, la Sonrisa amplia, la mente Honesta y abierta, la Música, las
Palabras, la Paz, el Viaje infinito y, sobre todo, la Libertad. No
he podido resistirme a la tentación de escribirlas, porque yo también las
siento y las comparto. Estas razones son el motor que impulsa nuestras vidas,
el pan que alimenta nuestras almas.
Solo quiero cruzar los
valles de tu geografía, vadear tus ríos y amanecer en el gran cañón de tus
brazos. Estrofa erótica si no fuera dedicado al soneto, a
los poemas y al verso. Maravillosa y entrañable.
Tú me aguardas en algún
lugar de un espacio todavía inexplorado. Un poema de amor, quizá
el único del poemario, quitando el que dedica a Fermín, este poeta que ya nos
dejó para sobrevolar las estrellas y para hacerle poemas y versos a los tibios
rayos de la luz de la luna, en noches de plenilunio.
Gracias, Gloria, por este
poemario, lleno de bellas reflexiones sobre la vida cotidiana, sobre el
comportamiento humano, con sus escasos aciertos y con sus múltiples
errores. Un magnífico poemario.
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