La Puerta de Alcalá se inauguró en 1778, tras cuatro años de obras. El motivo fue la conmemoración de la entrada de Carlos III en Madrid como rey de España. El monumento sustituyó otra puerta anterior, ubicada unos metros más abajo, que señalaba el camino hacia Alcalá de Henares. La puerta de Alcalá es una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad de Madrid (España).
Se encuentra situada en el centro
de la rotonda de la Plaza de la Independencia. En el cruce de las calles de Alcalá, Alfonso XII, Serrano y Salustiano Olózaga, junto a las puertas del
Retiro: Puerta de España, Puerta de la Independencia (entrada principal a los jardines del Retiro) y Puerta de Hernani.
La puerta daba acceso a aquellos
viajeros que entraban antiguamente en la población desde Francia o Aragón. En la actualidad es
una puerta monumental que se encuentra ubicada junto a la Fuente de Cibeles y el Parque del Retiro. Fue
construida por mandato de Carlos III en sustitución de otra puerta anterior que existía
ya desde el siglo XVI.4
El diseño y obra pertenece al arquitecto italiano Francesco Sabatini. Compitieron con Sabatini otros proyectos por parte de
arquitectos españoles: Ventura Rodríguez y de José de Hermosilla, siendo finalmente elegido personalmente por el Rey el
diseño de Sabatini.
Se trata de una puerta de
estilo neoclásico y aspecto monumental similar a los Arcos de Triunfo romanos,
se erigió mirando su exterior a oriente en
el año 1778.
Ha sufrido desde sus comienzos
diversas transformaciones urbanísticas en su entorno, pasando de ser la frontera
exterior de Madrid a un centro turístico de
obligado paso que aparece insertada casi en el medio de la misma ciudad. Este
cambio se ha debido al ensanche del siglo XIX a lo largo del barrio de Serrano y la prolongación de la calle de Alcalá. Fue declarada monumento
histórico-artístico en 1976,
extendiendo su categoría a la misma plaza de la Independencia.
La puerta ya desde su ubicación
final fue adquiriendo desde finales del siglo XVIII relevancia en el pueblo
madrileño, y a finales del siglo XIX era ya uno de sus iconos más
característicos que aparece en numerosas ilustraciones de la ciudad. Al ser uno
de los monumentos más representativos, en su doble condición de mirada hacia el
interior de la ciudad y al exterior de la misma. La puerta de Alcalá ha servido
como soporte para todo tipo de manifestaciones políticas y artísticas y en sus
inmediaciones se han producido numerosos hechos históricos. WIKIPEDIA
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