Acerca de mí...

Mi foto
Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

jueves, 4 de noviembre de 2021

RESEÑA DEL POEMARIO “EL REGRESO DE LA AMAZONA” DE LA ESCRITORA ADELAIDA PORRAS MEDRANO A CARGO DE LA AUTORA ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA

 

El regreso de la amazona es un precioso poemario lleno de belleza, emoción, recuerdos, maravillosas descripciones y vida. Este poemario te deja una profunda huella por sus magníficas descripciones y nos confirma el conocimiento de la autora sobre el mundo clásico. La mitología griega está presente en todo el libro. Sus poemas son como una lluvia de estrellas y mitos que descienden de la inmensa plenitud de su cielo cultural y clásico, y nos muestran la brillantísima clarividencia de la autora.


1ª parte. El camino. Esta es un recorrido por los senderos de su existencia, tiempo en el cual vive fuera de su Ítaca querida, triplicando el tiempo que estuvo Ulises ausente de su tierra. Como este personaje la autora tendrá que enfrentarse al cíclope Polifemo, (su trabajo y sus luchas internas y externas por conseguir sus sueños) a la ninfa Calisto, (su tiempo feliz dedicada a la enseñanza) y a los dulces cánticos de las sirenas, que la embaucan para que no regrese a su tierra. Pero ella, como Ulises se tapa los oídos, tratando de no escucharlas. Tiene que aguantar, además, los vientos antagónicos del odre dado por Eolo y abierto por los marineros. El vareo es un homenaje a los olivos de Sierra Mágina, a los vareadores y a todos cuantos laboran en la recolección de la aceituna. Sancti Petri y Al faro de trafalgar son un homenaje a la mar, a las entrañas rocosas del océano, a la historia, a los piratas y a la fugacidad del tiempo. El castillo de Bedmar es un homenaje a ese pueblo y a las ruinas de su castillo, antaño inhiesto, construido con piedras vivas y porosas y prestando su refugio a las gentes que lo habitaron y al macizo Aznaitín, vigía y guardián del pueblo y de sus gentes.

2ª parte. El regreso. Como Ulises, la autora regresa a su tierra. Vuelve a su Ítaca querida, de rocosas laderas y de cielos despejados. Como Ulises he vuelto. Con el rostro marcado por el tiempo, el cuerpo maltrecho, el alma herida. La autora se duele del paso del tiempo, de las huellas y las heridas que el mismo deja en su cuerpo. Es una queja que todos entonamos en el fondo de nuestro ser. ¿Quién no añora la juventud perdida? ¿Quién no recuerda las duras batallas que nos han deparado los años vividos? La casa oscura. Hoy me he sentido extraña y me he sentido intrusa. Así se siente la autora en esa casa. La casa luminosa. Indefensa ante la bruma del recuerdo. Al principio, la poetisa se siente perdida en esta nueva casa, pero después se va reencontrando en la misma y da gracias a la aurora por arrancarla de las garras de la noche. También se encuentra con los recuerdos de su padre: El jardín de casa, con la encina de su niñez, a la que dedica un poema: Señora, y con las golondrinas, que como las de Bécquer, no volverán. Las golondrinas del camino. Hay días en los que el destino firma una tregua y nos concede el alivio tanto tiempo deseado. Bandera blanca. A veces la vida nos da un respiro, y el mundo no es tan cruel, y la lluvia nos sonríe mientras riega los jardines de nuestra alma. Hoy me han dicho que te has ido y he llorado tu ausencia… Espérame, tal vez allí, en la otra orilla, sea posible el reencuentro que nunca ocurrió. Elegía, a un amor que se ha ido y que solo ha dejado una estela de huellas desdibujadas.

3ª parte. Las razones. En esta parte la autora explica las causas del regreso: el miedo a los encuentros, a no poder recordar, a la decepción, al llanto, al cansancio de vivir y de trabajar y al fin de todo. El primer poema se titula Difícil. En este poema hay estrofas muy bellas, todas llenas de pasión y de sentimiento. Difícil cerrar los ojos y no verte en la cortina de lágrimas que imagina tu rostro inclinado hacia adelante. Es difícil contener el impulso de abrazar tu sombra. Es difícil, muy difícil no soñar tu regreso, tal vez un gesto, tan solo, que me hable de ti. Es difícil, pero es. En el poema El fin, dice: Y todo terminó como si nada hubiera pasado, como termina todo, disolviéndose en la nada. Se queja la autora de lo efímero del tiempo, de su disolución en la nada de la cual procede. En el poema El llanto, con lágrimas llora su pesar y desea que desaparezca, que lo abandonen en un recóndito lugar para que no regrese nunca. En el último poema denominado Me da miedo el Minotauro, habla de sus miedos y dice: Me dan miedo los cuentos, las fábulas, las mentiras, porque nos hacen creer en un mundo que no existe.   

Querida Adelaida, me ha encantado tu poemario, en el que das aliento a las palabras para que expresen todo lo que siente tu corazón e intentas comunicárselo al lector con una lucidez infinita. Recomiendo este poemario a los amantes de la poesía.

 






No hay comentarios:

Publicar un comentario