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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

jueves, 20 de agosto de 2015

LINA MORGAN, MUERE LA GRAN CÓMICA A LOS 78 AÑOS

 
La actriz Lina Morgan, conocida especialmente por su faceta cómica, ha fallecido en su domicilio del madrileño barrio de Salamanca a los 78 años después de varios meses de enfermedad, que la mantuvieron internada en un hospital, del que salió el año pasado. La capilla ardiente se instalará a partir de las 16.30 en el Teatro de La Latina de Madrid, donde tantos éxitos cosechó.
Lina Morgan abarrotó teatros y salas de cine, logró el máximo de espectadores en televisión y fue una estrella en el mundo del espectáculo popular español.
Nacida en Madrid en 1937, en el seno de una familia modesta, su padre, un oficial de sastrería, la hizo trabajar de niña ayudando a coser uniformes militares. Fue la etapa de la posguerra que ella prefería no recordar. Su ilusión infantil era la de ser "artista", y especialmente en el teatro La Latina, muy cercano a la casa en la que había nacido. Así lo recuerda una placa que es frecuente ver fotografiada por los transeúntes.
La niña consiguió con rapidez subir a un escenario. A los 13 años entró a formar parte de la compañía infantil Los chavalillos de España, y a los 16 fue contratada en la compañía de revistas de Matías Colsada, precisamente en La Latina. Para ello, la joven tuvo que falsificar su fecha de nacimiento, al ser aún menor de edad, circunstancia que aprovechó para cambiar también su auténtico nombre, María de los Ángeles López Segovia, por el más sonoro de Lina Morgan. A pesar de su corta estatura, inadecuada para la revista, su ascenso fue imparable, no como vedette sino como actriz cómica.
Vinculada profesionalmente al hilarante Juanito Navarro, una pareja en la que interpretaban casi siempre a un padre y su hija, se posicionó con fuerza en el mundo del espectáculo formando pocos años después su propia compañía. Muy popular en programas de televisión, atrajo fácilmente la atención del público. Seguramente estuvo influida por la argentina Nini Marshall, que hizo popular el personaje Cándida, una criada española con la que la caricatura alcanzó puro disparate. Lina Morgan se contoneaba como ella de forma estrambótica, torcía las piernas de manera asombrosa, dada cabriolas inesperadas cuando bailaba o hacía muecas de auténtica payasa, mientras sus personajes fingían ser ingenuos, siendo en realidad avispados y astutos. La mayoría de ellas, eso sí, sufrían grandes dificultades para las relaciones amorosas. Era el patito feo.

EL PAÍS, 20 de agosto de 2015.


 
 

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