Aquí está mi poema dedicado a Pegalajar y a la Virgen de las Nieves. Ha salido en el programa de festejos de las fiestas de este año. A ver si os gusta.
Quisiera volar contigo hacia las estrellas,
Pegalajar de mi alma,
salvar infinitas distancias de años luz
entre tú y nuestros ancestros,
nutrirme de las esencias de una mañana de estío
para bordar pinceladas de calma y de humanidad
en tus nacarados cielos.
Quisiera ajustar el universo vertical
de mi cuerpo a la geometría horizontal de
de tus paisajes para beber bocanadas
de nostalgia en las fontanas del verso
que emanan de tus entrañas.
Quisiera, querido Pegalajar,
sentir en mi pecho ese don privilegiado
del crepúsculo vespertino,
encendido de
pasiones, derramándose
en el espacioso
horizonte de tus verdes
olivares, iluminados por ese sol de plenitudes
que dimana de la tarde.
Acuarela luminosa que tiñe de carmín
las veredas sedientas del corazón anhelante.
Haces de alegría en tus pupilas.
Céfiros de cálido sol en tus laderas silvestres.
Es el verano que llama a las jambas de tu puerta,
para coronar tus cimas con mantos de transparencia.
Anhelo llevar a esa Madre querida,
nuestra Virgen de las Nieves, dentro de mi corazón.
Quiero pedirle bondades para los pegalajeños,
los de aquí y los de fuera, aquellos que hace tiempo
se alejaron de esta tierra para buscarse la vida.
Bendícelos, Madre santa, para que nunca sus pies
se extravíen por las veredas del mundo.
(El resto del poema, en mi blog)
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