Este es el Belén que hay montado en la ermita de la Virgen de las Nieves de Pegalajar. Tiene unos detalles preciosos, destaca, sobre todo, la vida al aire libre, que debió de ser una nota especial de las gentes de aquella época. Las herramientas e instrumentos de trabajo son muy rudimentarios. No había máquinas, ni vehículos, solo una vida sencilla y natural que respetaba al máximo el medio ambiente. También destaca el portalico, un tabernáculo de lo más rústico. También hay una escena representando la Anunciación, la Encarnación del Hijo de Dios, cuyo nombre lleva una servidora, con mucha honra y respeto. Me encantan los Belenes por lo que tienen de entrañables y bellos. Gracias a los que han montado ese portal tan precioso. Os muestro fotos del mismo. Espero que os gusten.
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